Cáritas es la expresión del amor preferencial de Dios por los más pobres, trabajando con los más desfavorecidos de la sociedad, promocionando procesos de cambio personal mediante el compromiso, la concienciación y la sensibilización de las comunidades cristianas.

La puerta de acceso más habitual a Caritas es mediante las cáritas parroquiales y su primer cometido es la ACOGIDA a quienes solicitan algún tipo de ayuda. Las áreas de posibles ayudas son: económica, vivienda, formación, empleo, familia, relaciones sociales y ocio. Es decir: todos los aspectos de desarrollo de la persona.

En la ACOGIDA de Cáritas Parroquial estamos un equipo de personas cuya primera misión es OIR y ATENDER a aquellas personas necesitadas, con especial dedicación hacia los más pobres. ESCUCHAR para conocer mejor las necesidades, AYUDAR A CLARIFICAR el problema, VALORAR las potencialidades de la persona, ESTABLECER un compromiso personal y FACILITAR recursos.

No se actúa en nombre propio sino en nombre de la comunidad parroquial, siendo uno de los medios por los que la parroquia realiza acciones socio-caritativas, pero no el único. Obviamente el campo de necesidades existentes es tan variado que no se termina en nuestros equipos de CÁRITAS PARROQUIALES sino que Cáritas posee una serie amplísima de personas formadas y de recursos para atender las necesidades. El objetivo de la ACOGIDA PARROQUIAL es intentar resolver las más acuciantes y canalizar hacia otras instancias más adecuadas aquellas que no puedan ser atendidas.

Nuestro equipo de CÁRITAS PARROQUIAL está formado por un grupo de personas de nuestra parroquia que dedican su tiempo y conocimientos a esta primera atención. En muchas ocasiones se recurre a trabajadoras sociales de la vicaría (pertenecemos a la Vicaría 7ª), al Servicio diocesano de Orientación e Información para el Empleo (SOIE), de la vivienda (SOIVI) o jurídico (SOJ), a otros centros de diocesanos y a los servicios sociales del ayuntamiento. Contamos con el soporte de los trabajadores sociales de nuestra vicaría y con cursos especializados que imparte la Escuela Social de Cáritas. Pero en muchas ocasiones es el propio sentido común y el conocimiento personal el que nos guía en el discernimiento valoración de las necesidades solicitadas así como de la situación personal y familiar de quien nos solicita.

La continuidad de una ayuda está condicionada a una ACTITUD DE COMPROMISO PERSONAL Y FAMILIAR para hacer lo posible para salir de la situación que provoca la necesidad de ayuda. A pesar de esta idea central muchas de las situaciones son de difícil solución por lo que sólo una actitud de amor cristiano y confianza en Dios es lo que hace el milagro. La angustia personal, la falta de un lugar de encuentro y reflexión sobre esa situación y, cómo no, un empujón por nuestra parte, hace posible salir del bache.

Cáritas Parroquial puede desarrollar su cometido gracias a la parroquia a la que pertenece. En muchas ocasiones vemos el milagro de la multiplicación de los panes y los peces en las ayudas dadas por terceros que recibimos y, de la misma forma, intentamos ayudar a otras parroquias muy desfavorecidas y a casos muy angustiosos.

La actividad caritativa no se limita a ayudas económicas que gracias a todos podemos afrontar, sino a la participación personal de cada uno en hacer presente a Cristo en la sociedad en la que estamos. Os alentamos a participar económicamente con esta misión y a continuar con ella pero hay otras posibilidades que implican emplear tiempo y dedicación para ayudar a nuestro prójimo según los talentos que cada cual tiene, tanto en nuestra Cáritas Parroquial como integrándose como voluntario en Cáritas.

Ser voluntario en nuestra CARITAS PARROQUIAL permite ser parte muy activa en la atención a personas desfavorecidas y sentirse “manos de Cristo”. Es una experiencia que debería formar parte de la actividad de todo cristiano.

Os invitamos a formar parte de este primer escalón de ayuda a los necesitados. Nuestro horario de atención es HORARIO en los locales parroquiales, situados debajo del templo.
Paz y Bien.