Jóvenes de nuestras parroquias de la T.O.R. han querido compartir, con todos miembros de la comunidad, sus impresiones y meditaciones desde su experiencia en directo de la Jornada Mundial de la Juventud, que está teniendo lugar estos días en Lisboa. La idea es que cada día nos enviaran nuevos testimonios que iremos publicando.
También podéis uniros con el Papa en sus intenciones de oración para este mes de agosto:
“Oremos para que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa ayude a los jóvenes a ponerse en camino, dando testimonio del Evangelio con su propia vida.”
Os hemos puesto contenido al respecto en nuestra web que podéis acceder a través de este enlace.
TESTIMONIOS: Día 3-08-2023
Fray Diego, 24 años
Del día de hoy, una vez entrados en dinamica de la JMJ me quedo con tres sensaciones: la primera, por la mañana, hemos tenido la oportunidad de ver al papa desde lejos, pero con toda la ilusión. Un simple reconocer al que es nuestro pastor y guía de toda la Iglesia nos ha ilusionado a la multitud de jóvenes que esperábamos al Santo Padre bajo el sol de Lisboa.
La segunda, que bonita es la Iglesia. Que bonito es todo un campo repleto de confesionarios con innumerables jóvenes acercándose al sacramento en el que Dios nos abraza y nos reconcilia con El. Que hermosa confesión y que gracia la de poder vivir la JMJ con el alma libre. Unido a la comunión de hoy, a la visita a una iglesia franciscana y a la oración por el Papa, el Señor nos regalaba hoy por mediación de su Iglesia la Indulgencia Plenaria obtenida por San Francisco para la Porciúncula.
Por la tarde, sólo destacar el maravilloso concierto de Hakuna. Mas jóvenes de los que se podían contar, cantando, y sobre todo rezando: por aquellos a los que la angustia les ha quitado la paz; por creer sintiendo dudas, estando frio o sintiendo miedo; por que toda la Iglesia seamos uno como el Padre y Cristo son uno… tantas voces y tantas almas unidas rezando solo pueden ser signo del Espíritu Santo en medio de nosotros.
Bendito sea Dios por esta JMJ. Rezamos por todos los que nos seguís desde lejos, y nos encomendamos a vuestras oraciones.
Natalia, 19 años
Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. (Mateo 18:20). Para mí el segundo día de la JMJ ha sido eso, darnos cuenta de la presencia de Dios no solo en las misas y en los eventos centrales si no en cada momento que estamos experimentando aquí en Lisboa. Los desplazamientos de un sitio a otro, los ratos de espera y los momentos en los que las cosas no salen según el plan también están siendo una bendición y Dios se nos revela en lo más pequeño de los detalles.
Estar rodeado de gente de tantas comunidades distintas también me ha hecho reflexionar sobre la bendición de tener una comunidad cristiana tan buena, un grupo de amigos que te acompaña en tu camino de fe y en experiencias tan bonitas como esta JMJ.
Si tuviera que quedarme con un momento del dia de hoy sería sin duda el concierto de Hakuna, cantando y alabando en la plaza rodeados de personas que, aunque no conozcamos, se unen a nosotros en oración por medio de la fe.
El día 2 ha sido alegría, agradecimiento y muchas ganas por lo que viene después.
Laura, 19 años
Empezando el segundo día en Lisboa y más juntos no puede ser, pero me doy cuenta de que aunque hayamos cabido casi todos, no sólo llenamos el espacio ya sea un autobús, un escenario, o las calles de Lisboa con nuestro propio cuerpo sino que también llenamos el espacio con nuestra alma, con nuestra fe implacable. Me doy cuenta que el diálogo con Dios no es solamente con palabras sino también con actos, como he visto reflejado en los distintos religiosos que han dedicado su vida a Dios mediante obra y palabra, además de que la música es otro canal par comunicarnos con El.
Paloma, 25 años
Ya un poquito mas asentados, nos pusimos en camino para visitar la iglesia de los Jerónimos. Pero, cuando llegamos, estaba todo cerrado. El Papa tenía programada una visita en un edificio cercano y por seguridad no se podía pasar. Hubo que reorganizar la mañana, pero lo que empezó siendo una decepción por no poder visitar el monasterio terminó siendo una alegría, porque pudimos acompañar un ratito al Santo Padre. Todo lo que había ocurrido esa mañana, alguien llegando tarde, un olvido en la habitación por la que hubo que volver, etc hicieron que llegáramos en el momento justo.
Que en la JMJ aprendamos a confiar en el Señor, en su providencia. Que pase lo que pase entendamos que vivimos los caminos que El quiere que sigamos.
Gara, 20 años
Definitivamente la JMJ es un evento ajetreado, «corre y súbete en este metro», «luego en esta guagua» (autobús, en canario), «ay qué no cabemos!!». Es difícil a veces pararse a pensar en lo que realmente hemos venido a hacer aquí, pararse a rezar un poco o a reflexionar, con tanto que hacer y que ver.
La feria de las vocaciones, la gente ilusionada intentando ver al Papa, los jóvenes buscando fotos y firmas entre ellos para conocerse, la CANTIDAD de gente que hemos ido a ver a Hakuna cantar, la felicidad en sus caras, los gritos de «Esta es la Juventud del Papa!!»… con todo esto vivido hoy, se me ha hecho más sencillo darme cuenta de que Dios es eso: las sonrisas del prójimo, los saludos y los cantos en comunidad, y que tenemos mucho que agradecer a los que en su momento decidieron fiarse de Jesús y empezar el movimiento de la Iglesia, que es enorme!!
En resumen, un día ajetreado, de aquí para allá, cantando en los trayectos, animando a los locales y a los visitantes, pero disfrutando de cada gota de alegría que se comparte en esta JMJ.
Salva, 26 años
Ha sido un gran día. Por una parte, la oportunidad de haber visto al Papa, aunque fuera desde lejos, es de ese tipo de cosas que sólo venir a la JMJ te aporta. Y eso que lo mejor aún está por llegar. Además, el hecho de posteriormente confesarme y poder haber estado en contacto con Dios libre de pecado me otorgó mucha serenidad. Mención especial para el concierto de Hakuna, en el cual disfruté mucho. Lo dicho, ha sido un gran día pero no tengo dudas de que lo que queda será aún mejor, por difícil que sea.
Rafa, 28 años
Entumecidos pero con un desayuno de reyes, cantamos junto a otros grupos Franciscanos a nuestra Señora de los Ángeles, que era su día.
No pudimos entrar a ver los Jerónimos, pero fue emocionante poder ver, por primera vez en esta JMJ, al Papa.Muy ilusionante encontrarme con Hermanos de La Salle en la feria vocacional, ya que en uno de sus colegios estudié en Córdoba. Me llevé una foto graciosa con un babero de hermano Lasaliano, guiño a cuestiones vocacionales ya respondidas.
Por último, tras un recorrido premium por el corazón de Lisboa en búsqueda de misa, saltamos y cantamos, con las energías que me quedaban, con Hakuna y con «La voz del desierto» ¿o era la flor?… Muy muy emocionante rezar las canciones junto a decenas de miles de jóvenes.
Un día para dar gracias a Dios, y para coger el saco con bastantes ganas!