Lávame los pies
Lávame la cara
Coge ese agua
Y purifícame mi alma
Tú, ¿A mí?
¿Porque me lavas?
Quien soy yo
Para que me laves a mí la cara
Quién soy yo
Para que limpies mi alma
No sólo los pies
También las manos y la cara
Este es el agua
Con la que limpio tus pecados
Por fin tus heridas del alma
Quedarán ya cicatrizadas
Te miré a los ojos
Cuando te lavaba la cara
Te decía que te amaba
Y tu, simplemente, me mirabas
Te podía perdón
Al secarte las manos
Pues borraste mis pecados
Y tu aún me seguías amando
Abrázame de rodillas
Sostén mi mano,
Te he lavado los pies
Quiero seguir contigo a tu lado
Gracias amigo
Pues me regalaste tu alma
Y en esta noche yo
Decidí lavarte la cara
—
Frío y cruz
Hielo y sangre
Los clavos del Señor
Se congelan por no besarte
Viento y nieve
Hierro y olvido
El manto de nieve cubre
Las huellas de aquél camino
Escarcha y niebla
Piedra y camino
La luz alumbra ya
El amanecer de un nuevo olvido
¿A dónde vas?
Triste y solitario montañero
No te rindas al marchar
Camina y no mires atrás
Condenado al olvido
Hay un Cristo en la montaña
Solitario y muerto de frío
Esperando ese trágico destino
Llega hasta Él
No dejes que se olvide
El Frío te vence
Y Tu caes perdido y rendido
El tiempo se ha vuelto en contra
La nieve roza tu cara
El Frío congela tu andar
Y piensas en volver hacia atrás
Decido ir hacia Él
Llego a ti Dios Mío
Te cubre la nieve y el frío
Ya somos dos en este camino
En la cruz del frío
En la montaña del olvido
Rezo a tus pies
Herido y sin latido
Rezo muerto de frío
Pero, ¿Qué es el frío?
Si a ti te olvidaron
Cuando vivo te crucificaron
Crucificado y muerto de frío
Olvidado y sepultado
En un sepulcro vacío
Lleno de agua y frío
En la montaña del olvido
Me quedo contigo
En la montaña Blanca
Hasta que la Luz salga
No habrá principio
No habrá final
Solo a Dios hay que esperar
En este eterno final
—
Llegó la hora
Llegó la noche
Rezar en el huerto
Y pasar la noche
Llegó la hora
Llegó el momento
Velar con Cristo
Hasta su muerte
Llegó la hora
Llegó el silencio
Todos despiertos
Conciliando con la noche
Centinela del Templo
Que rezas en la oscuridad
Despertar a las estrellas
Que su luz guíe vuestro caminar
Centinela del Templo
Que aguardas a la aurora
No cuentes el tiempo
Simplemente reza y ora
En lo alto del huerto
Se escucha una oración
Es la voz de Cristo
Suplicando con temor
En lo alto del huerto
Las lágrimas caen a la tierra
Son los ojos llorosos de un hombre
Emocionado por rezar a su Padre
El tiempo se ha parado
La imaginación vuela
Tu rostro se aleja de mi
Y tu, sigues rezas por mí
Rezo contigo
Rezo dormido y despierto
Quiero rezar contigo en el huerto
Sostén mi mano y guíame con tus pasos
Quiero rezar y no puedo
Quiero alabarte y no lo consigo
Abrázame, no me alejes de tu lado
Llévame contigo, el tiempo así pasará volando
Rezo contigo
Rezo en el huerto
En esta Noche Santa
En la que salvarás nuestras Almas
Se termina y se acaba
Dios, principio y final
Rezaré contigo
Hasta que el sueño gane y me lleve contigo.
Adrián Castillo
Abril 2022