En esta ridícula contradicción que estamos viviendo en la cultura de la muerte, donde la muerte está presente a todas horas, y hasta resulta gratuita e inmpulsada por algunos, como simple descarte… sin embargo es un tema tabú! Nadie quiere pensar en su muerte, ni prepararse, ni hablar de ello.


Tuvimos la ocasión el pasado 3 de octubre de asistir al Tránsito de San Francisco, representado por nuestros jóvenes, y contemplar y reflexionar en cómo San Francisco esperó, aceptó y abrazó a la Hermana Muerte, con gozo, como debe hacerlo un cristiano.

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FRASE FRANCISCANA

El Señor me dio hermanos. A Francisco le fue revelado que para poder vivir como Jesús son imprescindibles los hermanos. Dios nos ha creado diversos e irrepetibles, únicos. La fraternidad no niega la identidad personal, al contrario, la protege del individualismo; no destruye la persona, sino que la enriquece, regalándole un espacio más amplio. Nuestra identidad de hermanos se construye solamente desde la relación.