Jóvenes de nuestras parroquias de la T.O.R. han querido compartir, con todos miembros de la comunidad, sus impresiones y meditaciones desde su experiencia en directo de la Jornada Mundial de la Juventud, que está teniendo lugar estos días en Lisboa. La idea es que cada día nos enviaran nuevos testimonios que iremos publicando.
También podéis uniros con el Papa en sus intenciones de oración para este mes de agosto:
“Oremos para que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa ayude a los jóvenes a ponerse en camino, dando testimonio del Evangelio con su propia vida.”
Os hemos puesto contenido al respecto en nuestra web que podéis acceder a través de este enlace.
TESTIMONIOS: Día 4-08-2023
María, 23 años:
De este día destaco dos momentos.
Por la mañana hemos tenido la oportunidad de adorar al Santísimo durante un largo rato. Durante el año parece que no encuentro momentos para ponerme delante del Señor y hablar con Él. Hoy he podido hacerlo como una hija que habla con su Padre, agradeciendo todo lo que estamos viviendo estos días y compartiendo mis preocupaciones.
Por la tarde hemos tenido la oportunidad de rezar el Via Crucis todos juntos junto al Papa. Me quedo con la décimo tercera estación: “Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre”. “La Palabra que descansa en el silencio”, qué imagen tan sencilla y conmovedora. Una madre que abraza a su hijo. Me ha ayudado a ver que la Virgen también camina conmigo, que yo también puedo descansar en ella.
Señor, te pido que podamos vivir esto cada día. Saber que estamos acompañados de tu mano y la de la Virgen María.
Juancho, 26 años:
Que día el viernes!
Levantada 5:30 am, misa 6:15 y así sin descanso 13 desconocidos y yo salimos sin demora a unirnos a otro grupo aún más grande, y a lo que pintaba ser una experiencia única en la vida.
Digo 13 desconocidos que en cuestión de horas se transformaron en amigos de camino y personas a las que no dejare de admirar.
Llegamos a Lisboa, llenos de entusiasmo y sin imaginarnos la locura que nos esperaba. Pero esas locuras lindas, de las que uno no se olvida y siempre se maravilla.
Esta locura era el via crucis de la JMJ en el parque Eduardo VII.
Que cosa increíble ver 1 millón y medio de personas de todos los lugares del mundo convivir cómo se convivió ahí.
Que cosa linda conocer tanta gente igual de loca que uno!
Y qué cosa linda compartir la experiencia con auténticos desconocidos que desde el momento cero me recordaron los modos de Jesús.
Que día el viernes!
Que día para agradecer estar ahí!
Que día para agradecer por los compañeros de camino!
Y qué día para empezar la JMJ…
Carmen, 16 años:
Nos levantamos a las 5.30 para poder salir a las 6.30 hacia Lisboa. Me levanté con un sueño horroroso pero merecía la pena para poder ver al Papa. Llegamos sobre la 13.30 y empezamos a comer porque el resto se había retrasado y todavía les quedaba 1h30. Comimos en un parque modo picnic y en cuanto llegaron el resto nos fuimos a la parroquia donde nos iban a acoger. Nos llevaron a un cole, nos instaulamos, los que no habían comido comieron y nos fuimos directos al Viacrucis del Papa. Desde el principio fue muy fuerte ver a tanta gente en un mismo lugar celebrando la misma causa. Llegamos a nuestro sector y tuvimos que subir una colina para encontrar al resto del grupo. Nos saludamos todos y la Viacrucis comenzó. El Papa entró y comenzó a hablar sobre el dolor que algunos sufren y como podemos hacer para ayudarles. Me gustó mucho escucharle ya que me transmitía mucha paz y tranquilidad ver como hablaba de Dios y de los demás. Comenzó el Viacrucis y fue precioso ver y escucharlo, sobretodo por la música que le añadía mucha emoción.
Terminó y fuimos todos andando hasta coger un metro que nos dejó en un centro comercial para cenar. Cenamos y volvimos Diego, Tía Carol, Esme, Alex, Carlota y yo juntos andando a nuestro alojamiento. Llegamos sobre las 12 donde nos duchamos rápidamente y descansamos para el día siguiente.
Diego, 18 años:
Bueno, esta ha sido mi primera JMJ, una experiencia increíble por la cual obviamente voy a repetir. El caso, al llegar a Lisboa nos encontramos con todo el grupo, nos acogieron con un amor incondicional. Cuando fuimos a la Colina del Encuentro, me sorprendió cuanta gente estábamos reunidos por lo mismo, una religión. El viernes fue una experiencia inolvidable por la cual voy a repetir más veces.
Olga, 25 años:
El camino hacia Lisboa comenzó con una temprana misa a las 6:00 am. Después de quitarnos las legañas, éramos consciente de que esta misa sería el acto que inauguraría el inicio de la JMJ para aquellos que íbamos únicamente el fin de semana.
Unos cuantos kilómetros de trayecto, permitieron empezar a conocer a todos los compañeros de coche, con los que tuve la oportunidad de coincidir, conociendo incluso las dotes lingüísticas de alguno de ellos.
Una vez transcurrido el largo camino de ida a Lisboa, nos instalamos en el colegio asignado, pudiendo conocer a otros cristianos de diferentes nacionalidades. Sin descanso, nos dirigimos al encuentro con el resto del grupo de compañeros de la JMJ para poder escuchar el Via Crucis.
La cantidad de gente era impresionante, en ninguna otra ocasión había tenido la experiencia de haber coincidido con una multitud tan numerosa, y menos por un evento cristiano. Escuchamos el via crucis, pudiendo sentir la emoción de las millones de personas que nos rodeaban. Sin duda, fue el comienzo de una gran experiencia personal.